Placer vs Felicidad

En mi área profesional y laboral me interesa mucho saber más de las adicciones y la importancia de establecer la diferencia entre estos dos conceptos. Cuando investigué y estudié sobre este tema, me encontré con las diferencias básicas que expone el Dr. Robert Lustig entre placer y felicidad:

  1. El placer es pasajero. La felicidad es permanente.
  2. El placer es visceral. La felicidad es etérea.
  3. El placer es tomar. La felicidad es dar.
  4. El placer se puede conseguir con sustancias, la felicidad no.
  5. El placer se experimenta solo y la felicidad usualmente se experimenta en grupos sociales.
  6. Los placeres extremos llevan a la adicción, ya sea a través de componentes como de comportamientos. Y no hay nada mejor como ser adicto a la felicidad
  7. El placer es dopamina y la felicidad es serotonina.

Muchos aprovechan la confusión entre placer y felicidad para vendernos el primero, que desencadena la dopamina (drogas, sexo, azúcar, alcohol, compras, pantallas de tv, redes sociales, móvil, video juegos, etc.), con la promesa de esa supuesta falsa felicidad.

Lo que sucede con nuestra complacencia al adquirir esos bienes materiales, es que con altos niveles de dopamina se puede disminuir y regular la serotonina, haciéndonos menos capaces de experimentar la felicidad.

Es la trampa en que caemos todos: sustancias que impulsan el placer en lugar de la felicidad.

“El placer está relacionado con las sensaciones crudas, puntuales, muy de piel y por eso, tiene un recorrido muy corto. Por el contrario, la felicidad es una forma de vida a medio y largo plazo.”

Y ambos estados están determinados por las hormonas: la dopamina, el neurotransmisor que desencadena en el cerebro las sensaciones de euforia y recompensa, es el motor del placer; mientras que la serotonina, relacionada con la calma y la satisfacción, es la responsable de la sensación de felicidad.

La dopamina suprime a la serotonina o dicho de otra forma, la búsqueda del placer por el placer. Genera un estímulo que los receptores bloquean la próxima ocasión: se necesitará una dosis mayor para sentir el mismo estímulo, porque hay menos receptores disponibles y es necesaria una dosis mayor cada vez. Hasta que finalmente no sientes nada: llega la tolerancia y cuando las neuronas comienzan a morir, se convierte en adicción. Estos son algunos conceptos del Dr Robert Lustig

A finales de los años 90 el psicólogo Michael Eysenck, para comparar la gratificación de nuestros impulsos, tomó como ejemplo una rata que corre sin cesar en una rueda llamada hedónica. Es decir, el comportamiento humano es comparado con el de un roedor que siempre estará en la búsqueda constante de su bienestar mediante el consumo, pero nunca llegará a una meta final.

Si somos capaces de convertirnos en observadores prácticos, encontrando la diferencia entre el placer y la felicidad, nos encontraremos caminando por el bienestar amplio constante y duradero.

Artículo originalmente publicado en ConCiencia Holística Edición 001 en junio de 2022. Está disponible en línea en ConCiencia Holística Online 001